Las tiendas están repletas de productos, disponemos de agua o electricidad al instante, contamos con una amplia red de transporte que nos permite ir allí donde deseamos... Vivimos en la abundancia y, en apariencia, nuestros recursos son infinitos. Pero ¿esta situación es sostenible? Precisamente, para tratar de dar respuesta a esta cuestión, los investigadores William Rees y Mathis Wackernager definieron un nuevo indicador al que bautizaron con el nombre de “huella ecológica”. Debido a su valor clarificador y su potencial didáctico, este parámetro ha sido adoptado como referencia clave por todos aquellos que se preocupan por la sostenibilidad. 

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The stores are full of products, we have instant water or electricity, we have an extensive transport network that allows us to go wherever we want ... We live in abundance and, apparently, our resources are infinite. But is this situation sustainable? Precisely, to try to answer this question, the researchers William Rees and Mathis Wackernager defined a new indicator that they named the “ecological footprint”. Due to its clarifying value and its educational potential, this parameter has been adopted as a key reference by all those who are concerned about sustainability.